IV.- Un amor especial
Inesperada la noche en que le conocí. Habitaba en mi cierta inquietud, de cómo seria, si le caería bien, si la volvería a ver. Que querría hacer, a donde iríamos, mil dudas que poco a poco se iban aclarando. Mientras yo charlaba con mi supuesto amante, la llame para que saliera pues fuimos por ella a su trabajo. Me impresiono el verla, la verdad no la había imaginado. Aun conservo una sonrisa al recordar aquel momento, aquel 30 de diciembre del 2010. Camino a la plaza bromeábamos un poco, y la verdad no hicimos mucho, tomar un café, caminar y diría hablar pero ella no decía mucho, casi nada en realidad. Llegando a un lugar desolado, jugamos a esto que se llama pregunta y respuesta, fue una gran manera para hacerla hablar. Mientras me enteraba de sus gustos, aficiones y de mas, pensaba en que hacia ahí, pero no podía dejar de mirar aquellos ojos; ella recargada, algo nerviosa con frío… yo en medio, tan cerca como para besarle y así fue, tan solo se dio, sublime, dulce y a la vez fugaz. Después de un rato, algo de comer y en segundos me encontraba en su casa, no sabía que hacía ahí pero era digamos, bonito estar con ella. A nada, a un soplo de tiempo me encontraba entre sus brazos, me perdía poco a poco más allá de su mirada, y no me importaba lo que pudiese suceder pues me sentía tan bien. Una mañana, un beso, un hasta luego.
Fácilmente su recuerdo quedo en mí, estaba contenta, fue un gran inicio de año. Ese fin de semana, el domingo para ser exacta, entre provocaciones y de más me ha ganado con un susurro; canto una canción muy especial, y eso que a ella no le gusta cantar. Los días pasaron y nos encontramos un miércoles para una ida al cine, en donde me puse un vestido cuando en realidad no suelo usarlos, de hecho me probé uno en aquella plaza, fue tan vergonzoso pero agradable por estar con ella. Nuestras primeras fotos, una película de risa, y buen momento más a su lado. Largas pláticas por Messenger, comentarios en facebook, provocaciones, encuentros furtivos y nuevas sensaciones. Regularmente nos mirábamos los fines de semana en su casa, al parecer les agradaba a sus padres, era amena la plática con su mamá, el trato con su padre no era mucho pero me hacía reír. Nuevo encuentro una fiesta, antes de eso accedí a que descubriera nuevas sensaciones; reunión de amigos, compañeros y un ex novio…parece que me siguen los ex novios, pero hasta eso con ella era distinto. Me perdía por unos segundos en la sombra de aquella noche, alejada de todos, por tener un respiro, por el miedo a quererle. Llamas, felicitaciones, un ligero llanto y el comienzo de una madrugada…caía el sueño, mientras que sus manos empezaban a juguetear entre el contorno de mi pierna y siguió hasta encontrar lo que buscaba. La mañana, la tarde y su pasión seguía, encantada estaba de complacerla.
Empezaba a extrañarle, a querer habitar entre su abrazo, a despertar y que sea ella lo primero en contemplar. Su risa, su belleza, su aroma, su sencillez y tan dulce delicadeza ajena a mí. Entre conversaciones, visitas, encuentros, se iba acabando el mes y ella quedándose de una forma muy especial en mí. No necesitaba pedirle nada, su compañía me era más que suficiente para estar bien, para reír, y no querer hacer más. Es un sentimiento muy extraño, pero hace de este amor algo especial; a pesar de que todo va tan rápido, cada momento lo he disfrutado, vivido, y quizás hasta gozado como ningún otro. Hubo un día en el que peleó su lugar, su titulo de esposa, aunque al siguiente día dijo sentirse celosa, por aquellos comentarios y mis repuestas a ellos. El saberlo dibujo una sonrisa en mí, ya eran celos, un te quiero, nombrarme amor, que mas podía pedir si me hacía sentir tan bien. Eventualmente comentaba que me la robaría, hasta eso, ella puso la fecha. Aquel día llego aunque no todo fue como yo lo imagine, pues a lo largo de la semana se me cruzaron varios problemas; pero ella no dejaba de sorprenderme, actuaba tan fresca, vivaz, me encantaba. Después de una rica comida, platica de trabajo, recuerdos pasados, fuimos a jugar un poco y seguir pasando un buen y tranquilo momento. Fue ahí cuando me sorprendió de la manera más dulce posible… sin importarle le que dirán o quien pudiese estar alrededor, sonriendo me entrego un beso, un respiro que ilumino el corazón. Su locura, mi película favorita y la noche más placentera que pudiese tener. Dormir y despertar entre sus brazos, me daban la razón del porque le quería. Del que ella es mí ahora, con quien quiero disfrutar y vivir de este amor, aun siendo a medias, a oscuras, a costas de las sobras de terceros, del silencio entre los otros, a pesar de aquello es preferible ese secreto que no haberle conocido jamás.
Por no esperar el final, por darle más que un instante, vivir en su respiro, nacer en su dulce mirada, encontrar la alegría en su sonrisa, perderme entre sus brazos, conservar el calor de su suave piel, ahogarme en su aroma y aunque no sea más vivir el amor que va creciendo de mí, de ella; sin saber hacia dónde nos dirijamos disfrutar del mejor y más bello instante que este principio de años nos pudo traer. Por ti amor mío, por ti mi amor.
♪♫ “Llévame a la luna y luego bájame a la espuma de la playa con tu amor
tengo cara de ángel pero espérate a que veas lo que el diablo me enseñó...” ♪♫
2 comentarios:
Woow.. que hermoso , me encanto...
Excelente
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