Mentira…

I.

Ahora no te recuero, hoy no te extraño, no sé donde te conocí o como llegaste a mi vida…Tan no sé ni quién eres, que no tengo un sentimiento para ti, no existe nada en este corazón que lleve tu nombre.  Me intrigas, escucho tu voz susurrando tantas cosas, cosas de ti, de mí, de tu vida, pero es como un soplo de viento, uno sin sentido. Aunque hay algo que no me deja tranquila, que cuando no estás siento morir. No tengo sentido de ti, pero ejerces en mi una fuerza, una fuerza extasiante, tan inmensa que no puedo ni controlar. Algo arrebatador.

Que es verdad y que es mentira, como  llegar al fondo de todo. ¿Sabes cómo podría evitar un dolor? No te conozco, y quizás esto sea mentira. Siento que sin ti mi vida no sería igual, quizás esto se lo he mencionada a alguien más, pero contigo es diferente, contigo no es necesaria una razón simplemente sale. Es como si estuviese en un lugar oscuro y tenebroso, mientras que tú serias el camino por el que yo cruzo, la luz que me guía, quien me mantiene de pie. Muchas veces me he preguntado porque es así, pero no sé, es que no te conozco. Pudo haberte creado mi imaginación, o quizá existas, o no. Serás sombra, tendrás cuerpo, aunque algo se bien, eres mujer y eres hermosa. Si no estás aquí, por favor vuelve, ruego por tu regreso, a caso no vez que empiezo a delirar, que sin ti me estoy perdiendo. Quédate y abrázame, promete que no te irás, que vivirás siempre en mí. Pídeme lo que quieras, tus deseos serán órdenes, pero nunca me dejes, que me pierdo, que no soy  nada sin ti. Vuelve despacio, pero vuelve.

II.

Te presentas a mi lado, me despojas de esta realidad y naufrago entre sueños en donde simplemente me muero en tu piel. Sigo sin saber de ti, aunque me encanta irrumpas mis sueño pues arrebatas cada uno de mis sentidos. No te recuerdo, no, pero cada que estas frente a mí me pierdo en tus ojos, finjo no escucharte pero cada palabra tuya esta constante en mi mente. Cada que te vas, me pregunto si por la noche volverás. Ya he llegado a extrañarte. De ser mi fortaleza, te has vuelto mi debilidad. Ahora yo te espero hasta que vuelvas a necesitarme y aunque por las noches llore, tú jamás causas mi sufrimiento, sino mi alegría. Me has alejado de mi triste pasado. Reconfortas mi corazón con el sonido de un “mi amor”. Y me encanta saber que existes, pues contigo todo es mejor. Podría amarte pero aun no sé dónde encontrarte. Hazme un favor y dame la pista para entregarte este corazón que  renace gracias a ti.

“Y tan solo es una mágica mentira, hazla mi realidad”