Resumiendo... somos tan parecidas que ni juntas podemos estar...es prohibido hasta mirar tus ojos! Muchas veces no puedo dejar de pensarte, es como si todo de ti lo tuviera presente. No tengo que recordar a alguien para recordarte… sola vienes y sola te vas.
Me encanta verte sonrojar, te vez tan tierna, tan inocente. Que esta de no creerse ya vez que eres todo un diablito! Siempre he creído que el destino es algo truculento, me cuesta creer que muchas veces habíamos estado tan cerca, y hasta llegar a subirnos en el mismo taxi, bajar en el mismo sitio, pero ni una, ni otra voltearse a ver. Es chistoso, aunque quizás no era el momento de conocernos. Oh no eras tan fuerte para alejarte de tu “felicidad”… siento haber sido la culpable de tus penas, pero hasta en el mismo tiempo ambas sufrimos. Tú con él y yo con ella. Ambos fueron nuestro mas grande amor, vez hasta en ello coincidimos.
Nuestro primer encuentro fue extraño, tú me hablaste y eras rara. Llevabas puesto un levi’s y una blusa amarilla con café, querías ir al baño, como fuiste tan linda y me hablaste, te acompañe. Después de ahí, casi, casi fuimos inseparables. Ha venido a mi mente tu forma de decir “amarillo” es tan tu, tan digamos original de ti; puedo decir que el recordar me hace sonreír. Hemos pasado momentos muy lindos, divertidos como cuando conocimos a Clara, “la chica de las ranas”. Nos conto sobre su sueño, no se si nadaba pero lo que si esta de no olvidar es lo ultimo que al despertar tenia sus piernas entre abiertas y unidad hacia el frente, como la posición de una rana cuando nada. Luego de eso era normal el encontrarla y saludarla. Los momentos tristes llegaron hacia el siguiente año, tú aún sufrías por él, mientras que yo por una chica nueva, Benicia. La tierra tembló en mayo del 2009, por una sensación, por un arranque, por un sentimiento, por la tentación y el placer de que fuéramos una, una al unir nuestros labios, deteniendo el tiempo, sin escuchar nada, en donde solo éramos tú y yo; Fue tanto aquello que las desgracias comenzaron, nuestra relación se volvió desesperante, algo que por bueno o no, tenia que terminar…y así fue, nos separamos un largo tiempo, meses en donde se suponía yo era feliz, pero para mi desgracias ese mundo se cae cuando soy mas plena. Ahora estamos juntas y tratamos de disfrutar la vida lo más que se pueda… aunque seguimos siendo la tentación de cada una, esa fruta prohibida que queremos tener y no podemos. Así es la vida a veces se puede, a veces no, lo único que se es que si estamos juntas y el destino nos ha unido hasta ahora es por algo… un algo que sabremos después.
Resumiendo…me encanta saber que existes en mi vida.
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