I.
Todo empezó en sus ojos. Aquellos que me brindaron una dulce alegría. Era un badajee de sensaciones el verle y es que ¿Cómo podría? no soy de las que se dejan llevar… solo que algo de él me atrapa. Sin decir nada, con tan solo su presencia, no necesitaba nada más para sentirme bien.
En un momento de distracción me robo entre sus brazos, inclino suavemente su cabeza junto a la mía y al final escuche su melodiosa voz. Casi como un susurro, delicada y hermosa, aunque un tanto desafinada, pero su calor, su canción hacían perfecto el momento. Me hizo polvo, pues fácilmente me gano. ¿Qué será? no lo sé… yo solo busco el momento perfecto para encontrarlo a él y una vez más estar entre sus brazos.
II.
No le busque… tan solo llego a mi vida como por arte de magia. Su presencia llego a mejorar un año más, uno en donde todo cambia. Me extraña su silencio, es como estar con la persona que jamás creí estar… yo suelo hablar demasiado y él tan no dice ni “pio”. Somos tan contradictorios y a su vez tan parecidos. En verdad es un gusto que este aquí…pero como decirle, como hacerle saber que eso me gusta y no quisiera que se marchara. ¿Sera necesario? Quizás ya lo sepa, pero tan solo quisiera saber si a él le gustaría yo estuviese en su mundo, en su vida.
Una noche fría en la que del cielo caía una lluvia ligera, me ínsito a quedarme ahí un rato mas. Aun siendo tan callado encontró ese momento para provocarme, y vaya que era bueno. En realidad no hacía mucho… tan solo eran sus miradas, su andar sexy y misterioso, iba de un lado a otro, que decir de sus terrible acercamientos y entonces… un aliento de mi boca robó. Despiertan mis labios a su dulce tentación, invado su cuello tocándole suavemente con mis manos.
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