Noche de encuentros, hace tanto no mirábamos a aquella chica extrovertida, simpática, llega de una chisma que enciende a cualquiera. Risas y más risas desde el momento que se puso el primer pie en aquella casa. La gente pasaba, saludos y presentación habían. De pronto se acabo la música, y me han ofrecido para ponerles un poco de su música, de sus añejos recuerdos con Pancho Barraza, Jenny rivera, El Recodo, La arrolladora, los que en paz descansen Sergio Vega y Valentín Elizalde, como aquellos aun más viejos pero buenos, Ana Gabriel, Marisela, y sin duda no podía faltar el Divo de México Juan Gabriel. Todos ellos armonizando aquel reencuentro de amigas entrañables. El ambiente se ha amenizado un poco más, la gente llegando a la mesa, armonizando con que han hecho en estos años. Hablando de lo bien que se ven algunas, recordando a aquellos que estuvieron, cambiaron parte de su vida y se sienten dichos de haberlos conocido. No faltaba mucho para que llegara el festejado, y mientras todas se apuraban a traer algún material brillante que destellara la presencia del lugar y claro del afortunado cumpleañero, y he ahí como a 10 metros llegaba aquel. Todos lo hemos de recibir como se merece. Él andaba de un lado a otro feliz y apenado. Y aquella ingeniosa chispa de mujer, su madre, se le ha de ocurrir una idea, contratar un “toro mecánico”, y así fue. Mientras mi tía y yo íbamos por mi prima, que era la novedad en la fiesta pues querían saber cómo era aquella belleza de mujer que todos describían. Carros por doquier, hemos llegado a la línea y no hay rastro de mi prima. Después de unos cuantos prr-prr del radio contesto y dijo venir en las primeras puertas, a los 7 minutos llego, se le ha comentado de la fiesta y ha accedido a ir. Después de un largo camino llegamos a aquella casa, todos la saludaron, de dieron carilla con un chico. El torito puesto estaba y todas las madres, empezaron a subirse, insistieron en que nos subiéramos, dijimos si tú te subes yo me subo y aunque mi prima tardo fue la primera en subir, yo al tener palabra tuve que hacerlo también, debido a ello tengo un hematoma o popularmente dicho “morete” en mi dedo. Detrás de ello una llamada inesperada, de uno de mis amores invitándome al concierto de El Recodo, por supuesto accedí, no podría negarme ante su propuesta. A ella no se le dice que no. Llego la hora de mi partida, me despedí y simplemente me fui.
Llegando con mi amor, Benicia y su amigo, Jorge. Saludando y comiendo, al terminar emprendimos el camino hacia el Hipódromo Caliente. El camino se hizo tan largo, y ellos platicando de trabajo, yo claro callada escuchando la música, esperando que el dolor de mis dedos pasara. No había estacionamiento en el Caliente, así que Jorge decidió estacionarse en Galerías. Caminando y esperando hubiera boletos, aunque cierta vocecilla decía y si no hay. Al llegar, si habíamos de encontrar el boleto. Era un frio recalcitrante, la multitud puesta en escena, junto con el humeante olor a carne, cigarro, cerveza y de más. Claro no podía faltar la música, he ahí en el segundo escenario del lado derecho una banda de dicha procedencia, no lo sé, que le echaban las mil ganas para prender a la gente y al parecer tenían el toque que lo hacía. Al momento en que nos íbamos a adentrar con aquella multitud, nos detuvieron para jugar un poco con la suerte y obtener una interesante recompensa. La cual no se llego a obtener pues era una cuestión de puntos absurdos. Caminamos del lado izquierdo hasta llegar a una barda naranja que nos impedía el paso. Preguntando dijeron que nos desplazáramos hacia el otro lado y así fue. Nos establecimos en un sitio cerca del escenario en donde se encontraban los instrumentos y 3 enormes pantallas, dos a los extremos y una en el centro. Compraron cerveza, nos tomamos unas cuantas fotos. De haber estado parados un buen ratos, de la nada ya nos encontrábamos sentados. A lo largo de las horas se presentaron varias bandas de las cuales solo recuerdo a Lobo negro y Calor norteño, que fue la última. Pudimos ver también la derrota del Margarito, y bueno que pena, pero el triunfo de Pacquiao era obvio. Y por fin como a las 12, 12:15, salió la esperada Banda El Recodo, de Don Cruz Lizárraga, claro! Todos eufóricos, gritando y mas las chicas claro. No recuerdo cual fue la primera canción pero bien se que la segunda fue “Y llegaste Tu”, fue inevitable que aquella canción no provocara algo en mi pues me la dedico ella, ella quien ahora lamentablemente tiene mi amor. Cantando y mirando al cielo corrieron las lágrimas y aun más pues la tercera fue “Me gusta todo de ti”, la cual alguna vez le cante. Aun con las lagrimas tenía el afecto de ella, que nunca me ha dejado y que a pesar de todo siempre ha estado ahí, Benicia. Siguió el concierto, todos cantando emocionados, fue algo lindo especial, no estaba enterada de que me sabía tantas canciones del Recodo. Y aun muriéndonos del frio infernal que había, nos divertíamos mucho, aunque al final aturdidas de los gritos quedamos y con los pies entumidos. Aunque claro no podría olvidar el carisma de Jorge que en muchas ocasiones me hizo reír. Ya hacían las 2 am cuando decidimos irnos, pero ahí la fiesta continuaba. La música se escucho hasta el estacionamiento de Galerías. Emprendimos el viaje con música, y con unos cuantos cigarrillos. Llegando a mi destino nos despedimos y deseamos una buena noche. Así termino la noche, con unos cuantos mensajes y a dormir.
Pd. Gracias por la noche! Mis mejores compañeros nocturnos son ustedes dos. Love you! ♥
1 comentario:
siempre aplaudimos la idea de compartir lo vivido y dejarlo plasmado en algún lugar aunque este sea virtual, ojala te des una vuelta por nuestra página para escuchar nuestro podcast www.buentono23.com un saludo buentonero :)
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