y me di cuenta que era imposible, casi tan absurdo como que la luna es de queso.
La edad nos ahoga en su río. Me despintaré las uñas para cambiar de suerte,
volveré al espacio donde no te encuentres, marcaré mis pasos en la arena hacia el mar,
y ahí, en el deseo de mis labios brincaré a la muerte para jamás perderme.
Vibraré en el lapso de tu respiración como arcángel caído del cielo.
Colapsaré las horas de tu cordialidad, entre tu alma y mi voz. Quebrantaré tu mirada,
empapándote de mí. Tú, tú mojaras tus labios en los poros de mi piel. Navegante de mi cuerpo.
Volcaré tu mundo en una sonrisa, que erizará el río de tu esplendor y te derrite… me derrite,
la picardía, ironía, lo absurdo… y volvemos a ser uno. J'adore!
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