He rasgado mis labios de tanto morderles, por nerviosismo, coquetería, ansiedad, felicidad.
Es la mezcla perfecta. Llorar de felicidad jamás me paso tan seguido, es totalmente abrumador.
Al mirar -esa sonrisa suya, un mundo se creó en esos momento-; sí, tiene una maravillosa sonrisa
y esos abrazos que mueven el mundo, oh y como olvidar el suave roce de sus labios sobre la mejilla.
Estoy extasiada por así decirlo, extasiada de saber, de intentar conocerle, de escuchar.
La emoción surge en el instante en que converges, mis labios se deslizan sobre mis dientes,
éstos estrujándoles quedándose con el sabor a cherry de mi eos; se a vuelto mi reacción favorita.
El destino sugiere encontrarnos, soltarnos y volvernos a encontrar entre sonrisas, ademanes y caricias;
es como estar a salvo entre sus brazos... Usted me derrite!
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