Amores prohibidos vueltos distancias, tragedias, calores ocultos y un adiós a la estabilidad. Que tan renuente llega a ser el cambio en una vida, y aún peor el no saber hacia dónde ir. “Dejarse llevar” por el simple hecho de conocer, experimentar. Una noche de copas, las tardes de café o cierta cena espontánea terminan en la cama; fácil de deducir, y es que ya nada se hace por amor. Pasiones desenfrenadas, solo eso. Noche a noche ahogarte en sexo, tanto que comienza a volverse adictivo. Llega a ser tan delicioso como el chocolate, mas este puede ser más placentero.
Como llegar a eso, después de nacer y hasta a veces naufragar en el pasaje que llamamos “romanticismo”; la constante sutileza de los sentimiento enajenados de la simplicidad aunque siempre emotiva pasión, ese descubrimiento sexual. Ya estoy harta de los prejuicios, el silencio, esas falsas ilusiones. De cuando algo anda mal traten de remediarlo con un beso, esas quejas sin sentido, dudas y remordimiento que llegan a arruinarlo todo. El estar sin conocer, y al tiempo de hacerlo deje de gustarte lo vez, eso que vas descubriendo de quien ingenuamente dices haberte enamorado.
1 comentario:
Wo0o0w... Felicidades!!!
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