Que la nieve caiga
Y los ríos crezcan, el
Paraíso llega a un hombre
Llamado Francisco.
Si tu vista como un halcón,
Recorriendo y viviendo con la naturaleza,
la frescura que convierte la vida.
Y la vida de un hombre
Protegiendo la naturaleza,
Viviéndola, creciendo en ella al
Palpitar de su corazón, así el
Amor lo lleva en la ternura y
Y frescura de una rosa.
Aquella suavidad y delicadeza
Del viento que recorre su
Cuerpo, ese viento tan natural
Que llega desde las montañas
Recorriendo nuestro mundo, y
Tan fresco como un beso.
Su mirada tan calida como
la de un recién nacido, y su ternura
tan bella como el instante de
acariciar una rosa.
Su voz que desprende
Ilusiones, tan suave como el
sol de una melodía.
Siguiendo los pasos
De este hombre, que vive
La naturaleza al sentirla
Como un placer de descubrir
Mas allá de lo que ven
Sus ojos.
Y los ríos crezcan, el
Paraíso llega a un hombre
Llamado Francisco.
Si tu vista como un halcón,
Recorriendo y viviendo con la naturaleza,
la frescura que convierte la vida.
Y la vida de un hombre
Protegiendo la naturaleza,
Viviéndola, creciendo en ella al
Palpitar de su corazón, así el
Amor lo lleva en la ternura y
Y frescura de una rosa.
Aquella suavidad y delicadeza
Del viento que recorre su
Cuerpo, ese viento tan natural
Que llega desde las montañas
Recorriendo nuestro mundo, y
Tan fresco como un beso.
Su mirada tan calida como
la de un recién nacido, y su ternura
tan bella como el instante de
acariciar una rosa.
Su voz que desprende
Ilusiones, tan suave como el
sol de una melodía.
Siguiendo los pasos
De este hombre, que vive
La naturaleza al sentirla
Como un placer de descubrir
Mas allá de lo que ven
Sus ojos.